El país de los siete errores

Aquí en Tucumán tenemos algo que nos diferencia de los porteños, es casi una discrepancia, modifica nuestras vidas, nuestros días y hasta nuestro contexto laboral. Y ojito al piojito que no hablo del obelisco, la Casita de Tucumán o los Hermosos Cerros. Hablo de una diferencia mucho mas marcada que nos hace únicos distintos, especiales y hasta envidiables. Trabajar y vivir en buenos aires es comparar todo el tiempo, es como tener casi resuelto el juego de los siete errores, pero solamente un error cuesta mucho encontrar.

El norteño cuando termina su medio día laboral alrededor de las 13:00 pm, no se va a almorzar en una tenedor libre, parrilla, macloquesea o al bar de tapero de moda, el tucumano sube a un colectivo que lo devuelve a casa y como un día seccionado vuelve a su casa para vivir el ritual mas envidiado por todos los porteños: DORMIR LA SIESTA.

Después de la siesta la vida puede continuar, pero sin siesta no hay vida. Aquí en Tucumán tenemos lo que se llama “horario cortado”, se trabaja de 8 a 13 y de 17 a 21, o 22, si señor si viene de compras a Tucumán es probable que a las 21:30 estilo Alto Palermo encuentre abierta una tienda de ropa o una casa de deportes. Aquí nos quitaron los salarios, nos quitaron la noche después de las 4, nos quitaron fumar dentro de los bares, PERO LA SIESTA, la siesta mucho lo intentaron, pero todavia nadie lo logró.

Hace poco un amigo que fue a vivir a buenos aires consiguió trabajo como Encargado de una Fabrica de Pastas. La seriedad duro poco, el décimo quinto día como jefe y autoridad propuso a sus 4 empleados a cargo:

- “Que les parece si después de comer de 13 a 14 dormimos una hora de siesta?”

Sorprendido alguno de los empleados dijo:

- ¿Pero donde vamos a dormir?

- En las bolsas de trigo, una siesta leve, tranquila. Casi un descanso. (Respondió)

El personal no esperaba tan aventurada propuesta por parte del nuevo jefe Tucumano, entonces el más inseguro de todos dijo:

- ¿Y si viene la jefa?

- Ya lo tengo todo planeado, cerramos con llave la puerta de adelante, si la jefa viene va a tocar la puerta y cuando entra todos nos levantamos y nos hacemos de estar almorzando todavía.

Asi entonces mientras Udes. leen esto, 5 personas en una fabrica de pasta talvez estan durmiendo en horario de trabajo o están por hacerlo y ni Mauricio Macri, Ni la Jefa, Ni el horario porteño pudieron con la siesta tucumana y el País de los siete errores.