Dicen que la realidad supera a la ficción, uno no cree que sea posible pero en ocasiones la realidad supera su exactitud y nos pone su más claro invento ficticio delante de nosotros.
Uno realmente cree que las parodias de los comediantes de televisión suelen ser exageradas y que ese tipo de gente nunca existe. Fernando Peña tenía un personaje que igualaba a un político corrupto y cagador de apellido "Porelorti", para los que no los saben, era la clara imagen del político de ultraderecha recontra garca y ladrón. Seguramente no tendríamos que revolver mucho en un partido político para encontrar varios Porelorti.
Luis Rubio personifica a “Eber Ludueña”, para que todos sepan quien es: Eber es un personaje que representa al típico jugador retirado con los trágicos antecedentes de lastimosos clubes de nombres indocumentados.
Con el narcisismo de Maradona pero con la jugada de mi Tía Olga, Eber, no es otra cosa más que el engreído ex deportista malogrado.
Para tomarle el humor te tiene que gustar el fútbol. Sino, te parece un idiota.
Hace unas horas navegaba buscando noticias del asenso y encontré un técnico que es el doble de Eber Ludueña:
En todos los ámbitos, ya sea, deporte, política, economía, etc. Algunas veces pareciera que vivimos en una especie de parodia de país, que en realidad, en un universo paralelo hay una argentina real y que todos somos los humoristas de esta trágica comedia de primetime que a nadie da gracia pero por algún motivo continúa al aire.