Por primera vez en la vida

domingo, 19 de agosto de 2007

Cuando era un adolescente y en mi grupo de amigos y amigas se hablaba de golf, yo siempre tenía algo para comentar al respecto, aunque nunca en mi vida jugué al golf. Cuando las chicas hablaban de plancharse el pelo, yo siempre tenía alguna sugerencia o consejo , aunque obviamente nunca me había planchado el pelo. Así también, si mis amigos hablaban de sus campos, yo tenia comentarios para acotar, y como se imaginarán, nunca en mi perra vida tuve un campo. Pero cuando era un adolescente y mis amigos hablaban de sexo... yo me levantaba y me iba. Y eso que era bastante grandecito.

Para que yo perdiera mi virginidad cuando era pibe tenían que darse 2 cosas. Primero, que una mujer quisiera acostarse conmigo. Y segundo... ¿Que yo quisiera acostarme con esa mujer? Nada de eso!. Para ese entonces yo ya quería acostarme con cualquier mujer en cualquier momento. Y cuando me refiero a cualquier momento es cualquier momento. Si iba caminando por la calle y una mujer me preguntaba si quería acostarme con ella la respuesta era “si”. Si estaba durmiendo y me despertaba a las 4:40 de la mañana una extraña obesa para decirme que quería cogerme mi respuesta era: “si”.
La cama, el bar, la ducha o el jardín de su casa podían ser lugares adecuados. Para ese entonces yo era como un drugstore 24hs. Disponible a toda hora y en todo momento.
Pero existía una segunda cosa que debía ocurrir: era necesario que estuvieran dadas las condiciones. ¿Cómo es eso? Por ejemplo: si bien no importaba el lugar, si necesitaba un momento de privacidad. Parece tan fácil, hoy en día, con tanta independencia económica, viviendo solo, teniendo mi auto y demás. Pero cuando yo era pibe encontrar ese momento de intimidad era muy difícil. Nunca fui de los chicos de tener la casa de la abuela o el auto de papá, o la pieza del fondo, o el kiosco de revistas del tío... en lo que se refiere al sexo las cosas fueron difíciles. Había logrado tener muchas candidatas para esta "primera vez" pero el problema era ¿donde?.

Además, era bastante responsable. ¿Hay algo peor en el mundo que un Boludo Virgen? Si! Un Boludo Virgen RESPONSABLE. Es la version full del Boludo Virgen!! La GTI, con techo corredizo, doble airbag, y frenos ABS de los boludos, porque además de todo el Boludo Virgen Responsable no sabe nada al respecto y por ende va a tomar todos los recaudos para que nada salga mal.
Yo tenia que tener una serie de cosas a mi disposición: forros, cama, privacidad, y demás cosas que mis amigos no necesitaron en su debut.
Por todo esto siempre llegaba hasta la puerta del sexo por primera vez, pero cuando iba a tocar el timbre, siempre algunas de las cosas que tiene que tener en la cartera de la dama y en el bolsillo del Boludo Virgen Responsable NO ESTABA.
Era como Tom Hanks en el Apollo XIII viendo la luna por la ventana, casi tocándola y recibiendo el mensaje radial desde Houston “we are aborting the mission”. No hay mayor frustración para un adolescente que ver la luna por la ventana y abortar la misión.

Cada vez que escucho hablar del debut sexual, recuerdo mi primera vez. Por ejemplo, hace ya bastantes años cuando recién comenzaba a utiliza Internet leí en Clarín una noticia de que dos jóvenes estadounidenses de 18 años, Diane y Mike, habian perdido su virginidad frente a una pequeña cámara conectada a red. De esa manera, todo el mundo pudo ver su debut.
Entonces pienso... no eran tantas las condiciones que yo habia establecido. Si hubiera necesitado una webcam, Internet, abogados y demás…. creo que todavía seria virgen.

Seguramente estarán esperando que cuente detalles sobre mi primera vez... Lamento desilusionarlos. Creo que ya la olvidé. Dicen los psícologos, que la mente tiende a bloquear los momentos traumáticos. Debe ser cierto, porque mis recuerdos se borraron. Todos.
Al parecer, un día se alinearon los planetas, cantó el ruiseñor, tenia todo lo que necesitaba (y no hablo de una webcam!) y por fin se dió el momento tan ansiado. Tarde, claro, pero se dio.
Unos dias después, reunido con mi grupo de amigos, hablando de golf, se terminó hablando de sexo.
Finalmente pude quedarme y participar de la charla y es que tenía mucho para mentir, por primera vez en la vida.